A dos años de la final de la Copa del Mundo disputada en el Estadio Lusail, donde la selección Argentina se consagró campeona por tercera vez en su historia y provocó uno de los días más felices de la vida de los argentinos, la pasión por el fútbol se mantiene a flor de piel en todos los rincones del país, sin importar lo hostiles que pueden llegar a ser los terrenos o las condiciones climatológicas para practicar el deporte, como es el caso de Newmont Cerro Negro, lugar donde se disputó la final de la Liga Libertadores el pasado miércoles.
Después de que se anunciará la competencia anual y se presentaran los trofeos en el mes de marzo, gran parte de los trabajadores en sitio hablaban de un tópico en cuestión: la obtención de la ansiada Copa Libertadores.
Con una organización donde primó permanentemente el hecho de querer mejorar la competencia, el fixture se preparó sin interrumpir los horarios laborales de los trabajadores y pudieron realizarse todos los encuentros sin ningún tipo de impedimentos en la estadia de los mineros en sitio.
El torneo, tanto de libres como de veteranos (Copa del Mundo), comenzó con una gran responsabilidad y compromiso por parte de todos los equipos, quienes dedicaron tiempo y trabajo en conseguir la indumentaria de cada uno. Además contó permanentemente con el condimento argentino que nos caracteriza: el aguante, ya que muchos de los que no representaban a su sector dentro de la cancha, acompañaban a sus compañeros detras del alambrado.
Por supuesto durante el año fueron quedando equipos en el camino por la gloria eterna, y los que llegaron a la final fueron «5 de copas» y «70/30», en una final a la altura de la organización de la compencia.
La tensión se sentía en los rincones de Cerro Negro, el día había llegado y todos estaban al tanto de que la gran final comenzaría la noche del miércoles. Entre arengas; gritos; y música, los equipos salieron al «Estadio Olímpico de Cerro Negro», como lo llaman los trabajadores a la impecable cancha sintética que instalaron dentro del yacimiento y la cual los mismos organizadores tomaron los recaudos necesarios para mantenerla en óptimas condiciones. El arbitro pitó y la pelota comenzó a rodar.
A pesar del dominio de «70/30», «5 de copas» terminó el primer tiempo 2 goles por encima, pero ninguno de los presentes se animaba a vaticinar que el encuentro estaba cerrado, y así fue. El segundo tiempo estuvo plagado de emociones, con un marcador que por momentos parecía estar cerrado y con jugadores que dentro de la cancha no bajaron los brazos, «70/30» encontró el gol en la última jugada y lograron estirar el encuentro al tiempo extra.
Finalmente, con el envión anímico del partido, «70/30» logró imponerse en el agregado y se quedó con el encuentro tras vencer 8 a 4.
Entre festejos, gritos y alegría, su técnico puso la chapa del equipo y entre todos levantaron la Copa de la Liga Libertadores, quienes quedarán en la historia de la competencia tras ser los primeros en conseguir el trofeo que se instalará por el resto de la temporada en el gimnasio, hasta que el próximo campeón se los arrebate.
Por otra parte, dos días atrás también se jugó la final de «La Copa del Mundo», la cual la disputaron la categoría senior. En la final se enfrentaron «La Vagoneta» y «Veteranos Fc», quienes también brindaron un gran espectáculo luego de culminar 4 a 4 en tiempo regular y tras el tiempo extra sin goles, «Veteranos FC» (consituido por trabajadores del complejo marianas interior mina) se quedó con el título tras imponerse 2 a 0 en tanda de penales.
La competencia terminó de manera exitosa, en la cual primó la camaradería y el compañerismo entre todos los participantes. Cabe destacar el trabajo de la organización; la colaboración permanente de Master Bus y Cookins; y la responsabilidad de los trabajadores que no descuidaron su conducta en ningún momento.
¡La «Liga Libertadores» y «La Copa del Mundo» ya conocen sus primeros ganadores y los equipos ya se concentran y trabajan para llegar a la ansiada gloria eterna el año que viene!