INFANCIAS CON AROMA A GALLETITAS

El amor por la cocina es un sentimiento que aparece en algún momento en la vida de todas las personas. Puede aparecer al jugar; puede aparecer por casualidad, o hasta mirando a un ser querido. Ese sentimiento se refleja en el arte de transmitir una pasión a vidas infantiles, con ganas de descubrir texturas y conocer sabores, en el salón de cocina del Centro Cultural AOMA AMUTMIN, de la mano de la profe Valeria Gauto.

Vale, que comenzó su trayectoria por la cocina en Puerto San Julián, volcó su profesión a la enseñanza culinaria desde hace varios años. Desembarcó en el centro cultural un año después de que Rolo y Cesar inauguren el camino con los talleres de música, con recetas bajo el brazo y la propuesta de enseñarle cocina a personas generalmente que están lejos de la cocina: lxs niñxs.

De entrada, el taller explotó. La propuesta era totalmente novedosa para la ciudad y lxs niñxs eligieron la cocina como lugar de diversión. “Tengo muchos alumnos que vi crecer”, comentó Vale, que sabe que hizo feliz a muchos niños que eligieron transitar sus infancias y su niñez por su trato amoroso.

Hoy ingresar al Centro cultural es chocarse con el exquisito olor que sale del taller de cocina. Un taller del cual te enteras que está en desarrollo por las permanentes carcajadas que se escapan detrás de la puerta. La simpatía y el compañerismo son dos virtudes que se cocinan junto con las galletitas y los bizcochuelos.

“Tengo muchos alumnos que vi crecer”, comentó Vale.

Y ni hablar de las recetas que preparan: van desde alfajores, galletitas y decoración de tortas, también hacen panes y comidas saladas.

Una de las cosas que priman son la renovación y adaptación permanente de la profe, ya que en las clases se cocina y se realizan las actividades respecto a la época estival del momento o eventos o fechas importantes. Desde roscas de pascuas, hasta galletitas con formas divertidas por hallowen, todxs se divierten realizando recetas creativas.

Dulces, salados. Salados, dulces. No importa lo que realicen, siempre todas las creaciones que realizan se las llevan a sus casas. La felicidad por como se llevan las cosas también es notoria, ya que llegan a sus casas con comida preparada por sus propias manos.

Demás está decir que el amor no es lo único que prepondera en las clases de Vale, dado que el talento que tiene no es solamente para enseñar, sino que lo mismo se replica al momento de realizar las comidas, ya que todo, absolutamente todo lo que preparan en sus clases terminan con un nivel de excelencia espectacular.

Amor; diversión, alegría, y una pizca de azúcar, la receta perfecta para las tardes de risas y encuentros en el taller de cocina del Centro Cultural AOMA AMUTMIN.