Cada vez mayor participación del capítulo local

90% de lo que gasta Cerro Vanguardia queda en el país

Al igual que la mayoría de las mineras que operan en el país, Cerro Vanguardia ha puesto en marcha planes de desarrollo de proveedores, lo que sumado a la evolución de los prestadores locales, ha permitido multiplicar la participación del mercado doméstico en la renta minera. Dentro de ese marco, la porción de emprendedores santacruceños que participan del negocio es cada vez mayor.

Como ya hemos visto en distintas oportunidades en esta columna, la afirmación de que la minería se lleva todo y no deja nada, no tiene sustento alguno en la realidad.

Pongamos algunas cifras en claro. De cada 100 pesos que genera una mina, alrededor de 52 son tomados por la masa tributaria nacional, provincial y municipal. Pero de esos 52 pesos, solamente 2,73 pesos corresponden a regalías provinciales. Otras imposiciones provinciales y comunales suman un promedio de 3 pesos más, de acuerdo a la jurisdicción.

Adicionalmente, las compañías mineras en producción aportan a distintas variables de fondos fiduciarios, programas de responsabilidad social, donaciones y contribuciones directas al desarrollo, cerca de 4,23 pesos.

En números globales, la minería, en 2010, aportó 4.200 millones de pesos a las arcas nacionales –2.200 millones por Impuesto a las Ganancias, 1.180 por Derechos de Exportación, 680 por aportes y contribuciones a la seguridad social y 140 de IVA–, 550 millones a las provinciales y comunales, y 710 millones a distintos fideicomisos y fondos de desarrollo. Las provincias recibieron, además, el 25% de los montos correspondientes a Ganancias, IVA y Débitos y Créditos Bancarios. A Santa Cruz, por ejemplo, le tocaron unos 60 millones.

Los 48 pesos restantes de cada 100 que produce una minera metalífera no son ganancias: 25 pesos va a insumos nacionales y los 23 pesos restantes a insumos importados y ganancia de la empresa. Es decir que el 77% de lo que se factura queda en el país.

Los proveedores, multiplicadores

Como ejemplo del impacto de la minería en el mercado nacional, basta echar una mirada sobre los informes de compras de la principal minera de Santa Cruz.

Al finalizar 2012, Cerro Vanguardia habrá desembolsado un total de 220 millones de dólares en compras en general, de los cuales el 90% habrán sido volcados al mercado doméstico.

A la fecha y en lo que va del año, la minera santacruceña destinó 30 millones de dólares para compras en el exterior y 190 millones de la misma moneda en el mercado doméstico, tanto para insumos como bienes de capital y contratación de servicios.

Del total de lo gastado en el país, 20 millones de dólares quedaron en el mercado santacruceño, que proveyó, entre otros conceptos, servicios de obras civiles, hormigón elaborado, servicios de hotelería y alimentación, transportes de cargas, reparaciones varias, cobertura médica, compras diversas y prestaciones profesionales.

Entre los insumos importados, se cuentan equipos e insumos para mina y planta, neumáticos y repuestos e insumos químicos para los distintos procesos.

Planes de expansión

Actualmente, esta minera, al igual que otras que operan en Santa Cruz, desarrolla programas para aumentar aún más la participación del mercado nacional en las adquisiciones. Las principales acciones están orientadas a la prestación de servicios de reparaciones mecánicas en reemplazo de los oficiales para equipos fuera de garantía, para lo cual se busca vincular a talleres enviando equipos para cotización y eventual reparación, para los que la compañía puede aportar repuestos originales o alternativos aprobados.

También se promueve la contratación de proveedores de servicios de obras civiles menores y la fabricación de repuestos de equipos de perforación a nivel local, todo dentro del marco de los programas de sustitución de importaciones gubernamentales.

En el orden local, la minera ejecuta planes para desarrollar proveedores ubicados dentro de Santa Cruz, de manera de poder adquirir en el mercado provincial productos como válvulas y cañerías industriales, perfilería metálica, materiales para sistemas y comunicaciones, gases industriales, servicios de montaje con provisión de mano de obra especializada, insumos hidráulicos, ropa de trabajo de fabricación local y repuestos.

Programas de este tenor han dado sus frutos. El monto total de las adquisiciones y contrataciones a proveedores santacruceños ha crecido en los últimos años de manera exponencial. En 2009, el monto correspondiente al capítulo provincial fue de 12 millones de pesos, en 2010 trepó a los 39,2 millones, pasó a 87 millones en 2011 y a 95 en 2012, previéndose que en 2013 alcance los 114 millones de pesos.

Como dato adicional, de 86 millones de pesos gastados por Cerro Vanguardia en Santa Cruz entre agosto de 2011 y julio de 2012, el 77% fue para proveedores de Puerto San Julián ($ 66,7 millones), el 22% para Río Gallegos ($ 19,3 millones) y el 1% restante para el resto de la provincia.

Desafío local

Al mismo tiempo que las mineras ponen en marcha nuevos emprendimientos o amplían  la vida útil de los ya existentes, la participación del factor local –trabajadores y proveedores– en la industria va creciendo, obteniendo una participación cada vez mayor, lo que repercute positivamente en las economías locales.

Esta participación no es fácil, ni sencilla de lograr, y no puede ser decidida por la simple voluntad ni de empresas ni de gobernantes, sino que depende en gran medida, de la capacidad tanto de trabajadores como de las pymes locales, de adaptarse a las nuevas realidades, capacitarse y mejorar permanentemente.

A las mineras les resulta altamente beneficioso contar con mano de obra y proveedores de la zona en que realizan su labor, ya que eso les permite una mayor agilidad en la cobertura de sus necesidades, y un mejor anclaje social. Por ello, esencialmente, es que se desarrollan programas para capacitar a quienes quieren sumarse a la industria.

La diversidad de empresas en operación, por otra parte, sirve también a esos objetivos, ya que al encontrarse en distintos estadios de desarrollo, permiten una mayor rotación de personal, y que cada trabajador o proveedor encuentre el nicho en el cual brindar los bienes, servicios o fuerza laboral, para los que está capacitado.

La actividad minera en Santa Cruz se va desarrollando a un ritmo por momentos impactante, y es una necesidad cada vez más imperiosa, que quienes se disponen a participar en la industria, logren desarrollar sus capacidades para ocupar los nuevos espacios que se van generando, porque la presencia local en el negocio minero es no solamente positiva, sino crucial, porque sirve para multiplicar la participación de la sociedad en la renta minera.