La minería sigue sin exportar
El sector minero espera ansiosamente al ministro de Economía de la Nación, Hernán Lorenzino, para firmar la norma que autorizaría a la minería a liquidar divisas en un periodo de 180 días, cosa que aún no sucede.
Mientras tanto, en los primeros días de la semana en curso el ministro de Planificación Federal Julio De Vido recibió esta en su despacho al presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), Martín Dedeu.
En menos de 48 horas, el funcionario, en un hecho sin precedentes, se entrevistó con la CAEM y por otro lado con empresas mineras canadienses, para acordar que realicen más inversiones en el país a partir de la sustitución de importaciones y mayor industrialización, tal el caso de Silver Standard, Pan American Silver, Goldcorp, Barrick y Yamana, que operan los proyectos mineros de Pirquitas (Jujuy); Manantial Espejo, Cerro Negro (Santa Cruz), Veladero, Pascua-Lama y Gualcamayo (San Juan).
En en el encuentro con CAEM, el Ministro dispuso convocar para dentro de dos semanas a una reunión conjunta con empresas, representantes de su Ministerio y la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI), para abordar temas comunes al desarrollo de la industria, poniendo en la mesa la necesaria coordinación de medidas que, en la actual coyuntura, entorpecen el desenvolvimiento del sector.
No faltaron en ambas charlas coincidencia de agregar valor al empleo nacional y la generación de nuevos puestos de trabajo con el reacomodamiento de proveedoras pyme nacionales que reemplacen insumos que hoy no se fabriquen en el mercado argentino.
Durante el encuentro, las partes «coincidieron en la importancia de la sustitución de importaciones de insumos y acordaron profundizar el compromiso del sector con la industria nacional, abordar un proceso de industrialización de los recursos para agregar valor en origen, y potenciar el impacto en las economías regionales», señaló un comunicado oficial.
No obstante sobre la firma de Hernán Lorenzino para cambiar los plazos que obligan a las mineras a liquidar exportaciones, se especuló que hay que aguardar el regreso del ministro que se encontraba en el exterior.
La industria minera atraviesa por una situación complicada, tanto por la cuestión de los plazos para liquidar divisas como por la falta de insumos importados para continuar normalmente la producción.
La situación de la exportación de minerales producidos en el país se encuentra paralizada, no como método de presión de las empresas, sino por la imposibilidad de cumplir con los tiempos que fijan las resoluciones 14 y 15 de la Secretaría de Minería, que establecen un plazo de 30 días desde la fecha de embarque para liquidar las divisas generadas. De no hacerlo en ese tiempo, las mineras serían pasibles de sanciones establecidas en la Ley Penal Tributaria.
La raíz del problema reside en que lo que se exporta de Argentina es una aleación de metales –bullón doré, concentrado de plata, etc.–, que zarpa con rumbo a las distintas refinerías, que son las que, una vez separados y fundidos los metales, definen la proporción exacta de cada uno de ellos, y recién en esa instancia (que tiene lugar más de 60 días después de que se inició el proceso de exportación, en función de la disponibilidad de las refinerías) se establece el precio final del cargamento y, en consecuencia, a cuánto se cotizarán los mismos. A partir de ese dato, se inicia el trámite de cobro y las empresas pueden liquidar divisas y también abonar sus obligaciones fiscales, entre ellas las regalías que perciben las provincias y las retenciones a las exportaciones.
En el gobierno se manejan dos posibilidades de modificación. Una es establecer un nuevo plazo de 180 días desde el momento de obtenerse el permiso de exportación para liquidar las divisas, y el otro es establecer 30 días a partir de que la refinería indique el valor final del cargamento exportado.
En el primer caso, la objeción es de tipo financiera, por cuanto el monto de las exportaciones ingresaría ya en 2013, con lo que estaría en serio riesgo el objetivo de lograr un superávit primario de alrededor de 10 mil millones de dólares (la minería exporta anualmente la mitad de esa cifra).
En la segunda opción, la objeción surge de que los entes de control no tienen forma de saber a ciencia cierta la fecha en que la refinería (generalmente en Suiza, Sudáfrica o Japón) establece el valor del embarque, para definir así el día a partir del cual se cuentan los treinta de plazo.
En lo que hace a las importaciones, la situación complicada la viven numerosas ramas de la producción, y se genera en la imposibilidad de contar con insumos o repuestos que no se producen en el país, lo que está llevando a algunos sectores de las mineras a evaluar cierres parciales hasta tanto se cuente con los elementos más vitales para seguir trabajando.
El titular del gremio minero AOMA, Héctor Laplace, se reunió hace menos de una semana con el gobernador sanjuanino José Luis Gioja y le planteó la necesidad de encontrar prontas soluciones para ambas problemáticas, pues teme que puedan traer repercusiones directas en el personal que revista en su sindicato.
Tras la reunión, Laplace también advirtió a las mineras asegurando que su gremio “no va a permitir que algunas empresas utilicen de ajuste a los trabajadores”, y señaló que “debe quedar quede claro que este tipo de medida no solamente perjudica a la minería metalífera”, sin ir más lejos “hay empresas pymes que procesan piedra partida a las cuales desde hace más de seis meses no se les permite el ingreso de insumos para las maquinarias primarias de trituración”, lo que significa que a corto plazo, y de romperse el repuesto actual, “pararán la producción en un establecimiento minero con más de cien trabajadores en forma directa”.