El pasado jueves, en ocasión de realizarse una videoconferencia entre la Casa Rosada y la localidad de Olavarría –donde se ponían en marcha inversiones en la empresa Cemento Avellaneda–, la presidente Cristina Fernández tuvo un diálogo en torno al tema minero con quien indentificó como un trabajador de nombre Antonio, al que luego se lo acusó desde algunos medios de no ser tal.
En realidad, la persona identificada erróneamente como Antonio, es Armando Domínguez, un dirigente gremial de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) oriundo de Olavarría, con más de tres décadas de pertenencia al sector, además de ser un conocido militante justicialista de esa localidad.
La confusión, según explicó Armando Domínguez, nació porque el vicepresidente Amado Budou, presente en el acto, le dio mal su nombre a la Presidente, cuando le pidió que expresara su postura con respecto a las protestas mineras, tema del cual habían estado conversando antes de iniciarse la teleconferencia. Explica Domínguez que “el Vicepresidente se equivocó cuando me pasó el micrófono y quedó así”, agregando que, tras las distintas notas periodísticas al respecto “me siento totalmente manoseado y puesto en una situación, porque soy oriundo de Olavarría, en la empresa entré en 1978, hace 34 años, donde también trabajó mi papa, mi abuelo, mis primos, mi hermano, y a este acto me invitaron en representación de todos los trabajadores, porque tengo una trayectoria gremial, soy secretario general de AOMA y en tal calidad estaba presente, nunca lo oculté, y ahora me están tratando de impostor, o que no soy minero, y lo soy, a mucha honra, al igual que dirigente peronista, que no tengo por qué esconderlo”. Domínguez no se cansa de aclarar –aunque se queja de pocos lo han llamado– que no se trató de algo armado o que se haya hecho pasar por lo que no es: “Estaba en el palco en representación de los trabajadores y por eso hablé como lo hice, pero algunos medios de Buenos Aires confunden dirigentes nacionales con lo que es un gremialista del interior”, y añade en ese sentido que “hasta hace dos años fui todos los días a la fábrica y trabajaba las ocho horas con mis compañeros, y recién ahora se unificaron todas las seccionales de Olavarría y hay una sola, entonces la tarea de la dirigencia se amplió, y tenemos otro tipo de representación que nos exige estar más tiempo en el gremio, pero los representantes de los trabajadores del interior, en general, no dejamos nunca de ir a trabajar como nuestros compañeros a los que representamos”.
Tras la unificación de seccionales, hace dos años, AOMA de Olavarría pasó a tener más de 2.000 afiliados en una sola seccional, y Domínguez a su vez, por trayectoria, fue designado como interventor del gremio en San Juan, por lo que se concedió licencia gremial.
“En San Juan tomé un contacto más directo con la minería metalífera –explica Armando– y entonces sentí la necesidad de hablar sobre lo que están pasando los trabajadores al tener que soportar piquetes, cortes y acusaciones infundadas en La Alumbrera”.
Justamente sobre esos conflictos, dice que “nosotros nos sentimos mal con esa situación porque había varios compañeros de siempre que no les estaban llegando insumos básicos como el agua, la comida, insumos médicos y es una mina que hace 15 años que está trabajando, y ahí no se trabaja con cianuro porque se extrae cobre”, y afirma que “con ese conocimiento y ante los agravios que recibimos, como trabajadores, me siento con el derecho y la obligación de hablar sobre el tema, de levantar la voz en defensa de los trabajadores mineros”.
Sobre su profesión, Domínguez afirma que “no es una tarea fácil la minería, no se crean que ser minero es estar atrás de una oficina. Todavía estamos con estos embates hacia la actividad porque nosotros no defendemos a ninguna empresa, sino que nuestros compañeros puedan trabajar bien, llevar su sustento a la casa. Hay muchos jóvenes que tienen hijos que están creciendo, que tienen que estudiar, desarrollarse, en provincias donde no hay muchas opciones, y la minería les da trabajo, dignidad y mejor calidad de vida”. En cuanto a las declaraciones de la Presidente en ese acto, dijo Domínguez estar “completamente de acuerdo con la calidad ambiental, porque están nuestros compañeros trabajando adentro, es decir, no es que uno lo ve de afuera, es una situación que vivimos y nosotros somos los testigos, los hacedores, los que estamos todos los días ahí adentro, por eso yo le decía a la Presidente que no somos suicidas, que nos vamos a ir a matar ahí adentro. Somos nosotros los que vamos todos los días y vamos a pretender trabajar con seguridad, a no intoxicarnos, porque queremos tener una vida afuera del yacimiento, tenemos nuestras familias y queremos vivir en paz y que nos dejen trabajar en paz. Hay un reclamo genuino de mi parte como trabajador minero, que lo soy, y quieren perjudicar a Cristina por un diálogo que tuvo conmigo. Es totalmente irrisorio porque están usando mi historia, porque yo tengo historia en Olavarría, historia gremial, militancia y la gente conoce quién soy. Están usándome a mí para perjudicarla porque defendió la minería”.