Contundente opinión de Daniel Bosque

Es la minería, estúpido

El director del prestigioso medio especializado argentino Mining Press, Daniel Bosque, escribió un interesante artículo a partir de una polémica generada en el periódico Miradas al Sur en torno a la sancionada Ley de Protección de Glaciares, en el que sostiene, entre otros conceptos, que “cualquiera sea la Argentina del futuro, no será posible sin minería”.
El texto completo de la columna de Daniel Bosque es el siguiente:
Como diría Clinton, “es la minería, estúpido”.
Setiembre: en el debate de la Ley de Glaciares, la senadora giojista Marina Riofrío lanzó “acá no se está hablando de hielos sino de prohibir la minería”. Lejos de desmentirla, la mayoría de los que apoyaron la ley Filmus-Bonasso le dieron la razón. El más enfático fue Miguel Pichetto: “esto recién empieza, después iremos por la renta minera”.
Diciembre: Cristina Kirchner reunió a 200 actores de la minería para dar un fuerte respaldo a esta industria. “Toda inversión en minería con cuidado ambiental no solo es viable, sino aconsejable. El desarrollo minero es Política de Estado», dijo.
Empresarios contentos, siempre que olviden la Ley de Glaciares, el proyecto de ley No a la Minería de los 33 (Solanas y 30 más), que en siete provincias está prohibida la minería moderna, o las furibundas campañas “ambientalistas”, por ejemplo.
Cualquiera sabe que el mundo de hoy necesita, como el agua, minerales. No sólo oro, plata y cobre. Níquel, zinc, molibdeno, hierro, litio, manganeso, tierras raras, etc. Sin eso no funcionan chips, computadoras, autos, aviones, construcción, siderurgia, nada.
La mayoría de los argentinos suele creer que su país es un vergel, pero la geografía los desmiente: tres cuartas partes es desierto y una porción respetable, montañas. Repletos de minerales, que atraen inversión extranjera. La burguesía nacional, en minería, no existe.
América es mineral. Dilma prometió triplicar la minera brasilera. Chile y Perú pujan por liderazgos en cobre, plata y otros productos, Colombia está en fuerte despegue. Ecuador y Bolivia quieren más minería con más renta social. La Argentina minera, pese a las voces críticas, creció un 300% en la década y podría captar más de US$ 10.000 millones en nuevas inversiones en la década. Los empleos, directos e indirectos, suman 140.000.
A 15 años de Alumbrera y Cerro Vanguardia y cinco de Veladero, informes de Stamboulian y otros reputados afirman: la minería no causó cáncer en Jáchal, epidemias y sequías en Catamarca, etc. Pero no hay razón que valga para quienes buscan votos progre castigando a la minería. “La prosperidad de San Juan un día se va a acabar, los empleos y los sueldos mineros son mentira, los informes provinciales sobre sus glaciares son fraguados por la corruptela local”, etc, dice la versión local de la task force global de la Antiminería, que aquí sigue el manual del ecuatoriano Carlos Zorrilla: “hay que pegarles a los proyectos cuando están en germen; no importan los argumentos técnicos, es una cuestión política”.
Es curioso: Pino, Lilita, Filmus trinan por la minería pero hacen la plancha en el Riachuelo, que infesta a sus votantes. Y nada dicen del largo 90% del stock nacional de cianuro, que anida en Capital y GBA sin ningún control. “La minería es el demonio” y eso prende, como el rock, en los jóvenes sin cultura productiva, que desconfían del Estado y del capital.
“Hay un modelo transnacional de saqueo”, dice Maristella Svampa. Entonces, discutamos la renta minera. Pero a fondo, porque Alumbrera, por ejemplo, aporta a la Nación US$ 250.000.000/año en impuesto a las Ganancias, pero sólo el 2,54% vuelve a Catamarca por la perversa Coparticipación Federal. “La parte del león”, como de la renta sojera, la disfruta el ciudadano de Capital y GBA. Y sobre todo, los barones de la política que sostienen su carnaval de subsidios, planes sociales y gastos varios que mejor no revisar. En pdfs, ppt y words, la Antiminería insiste en que las provincias mineras son suicidas o criminales ecológicas. E impone engendros, como que el IANIGLIA (de paupérrima estructura) cuente y cuide los glaciares argentinos.
Cualquiera sea la Argentina del futuro, no será posible sin minería. Una extraordinaria posibilidad que quisieran tener otros. Nadie dice que no se la controle. Ni que no se discuta su plusvalía, como acaba de hacer Chile con el nuevo royalty.
Pero eso es una cosa y otra desterrarla y constituir en la Argentina una inmensa reserva natural. “Desarrollo total de las fuerzas productivas”, Marx y Perón, dixit.

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