Un cambio exitoso para una nueva etapa
El pasado 19 de octubre, tras una parada programada de planta de 96 horas, culminó el proceso de reemplazo del motor del molino de bolas de Cerro Vanguardia, que se había iniciado 22 meses antes, con el llamado a licitación para esta importante obra de ingeniería y electromecánica.
Un molino de bolas es una de los elementos esenciales en una planta de procesos mineros. Con él se produce la molienda del mineral para llevarlo a la granulometría necesaria a fin de iniciar el proceso químico de separación de metales.
El motor de origen canadiense con que contaba el molino de bolas había sido fabricado en 1970, con la tecnología de esa época, y había arribado al yacimiento Cerro Vanguardia –situado 150 kilómetros al noroeste de San Julián–, integrado al molino, en el inicio de la operación, hace más de 14 años. Era un equipo que giraba a velocidad fija, en un solo sentido y, por ser de estructura abierta, podía producirse que los arcos eléctricos se desplazaran al exterior, por lo que requería medidas adicionales de seguridad y un cerco de contención para mantener cierta distancia. Consumía 3.000 Kw, y el arranque requería 8 MVa, lo que generaba algunos problemas, ya que se cuenta para alimentarlo con cinco generadores de 3 MVa cada uno. Esto provocaba, a su vez, que tuviera poco más de un 1% de giro en vacío, puesto que se evitaba su detención.
El otro inconveniente que presentaba el equipo –que brindó eficientes servicios durante varias décadas– es que al ser de estructura abierta, requería un mantenimiento y limpieza continuos, obligando a realizar paradas cada tres meses aproximadamente.
El nuevo motor colocado responde a los más modernos estándares tecnológicos actuales. Cuenta con una estructura cerrada, lo que permite a los operarios estar a su lado sin correr riesgo eléctrico. Su consumo es un 20% inferior (2.500 Kw), puede girar en ambos sentidos, variarse su velocidad y realizar giros de magnitudes específicas, lo que posibilita un mantenimiento más eficiente. Además y justamente por su sistema de velocidad variable, el consumo en el arranque es mucho menor.
El otro gran avance es el mantenimiento que requiere, ya que permite un funcionamiento sin necesidad de intervención por períodos mucho más largos, y cuando se lo hace, los procesos necesarios son mucho más sencillos.
Fue fabricado especialmente en Finlandia, en tanto que el sistema de control fue desarrollado en Suiza. Para su emplazamiento, se debieron cortar con hilo de diamante las bases, para adaptarlas al nuevo equipo.
Además del motor en sí, se instaló un nuevo transformador de pulsos, un sistema de ventilación y otro de enfriamiento del variador; un shelter principal, shelter del transformador, transformadores de potencia, cables de media tensión (13.2 Kv), cables de potencia de baja tensión (1 Kv), cables de comando y control, terminales y empalmes para cables de media tensión y bandejas porta cables.
La parada de 96 horas –inicialmente se había planificado para 120– insumió la participación de 198 personas, entre personal propio y contratistas, y se destinaron 10.000 horas-hombre. Las contratistas intervinientes en el proceso fueron ABB S.A., que proveyó los equipos, y A3A S.R.L., que tuvo a su cargo el montaje electromecánico e instalación de los mismos.
Por parte de Cerro Vanguardia, los responsables directos fueron Dario Perez (jefe de Mantenimiento Eléctrico) y Pablo Rossi (responsable de planificación de mantenimiento planta).
Es dable destacar que en todo el proceso de reemplazo, desde el inicio de obras hasta las 96 horas de parada de planta, no se produjeron accidentes ni incidentes de ningún tipo, lo que más allá de los buenos resultados finales del proyecto, constituye de por sí todo un éxito.